El ministro de Defensa Nacional, Antonio Francese, se reúne con el comandante del Ejército, César Martínez. Presenta la renuncia a la comandancia del Ejército y solicita el pase a retiro.
En cadena nacional Bordaberry anuncia que mantiene al ministro de Defensa Nacional. Luego convoca a la ciudadanía a manifestar su apoyo concentrándose en la Plaza Independencia.
Efectivos militares confiscan la grabación de las palabras de Bordaberry de radios y canales. Se cierran los accesos terrestres a la capital.
Bordaberry visita la Armada.
Bordaberry se reúne por la mañana con el contraalmirante Zorrilla y el prefecto Pinko, autoridades de la Armada.
Los generales de la derecha nacionalista dan a conocer el comunicado 7, en el que reivindican “la soberanía”, condenan al marxismo y plantean una serie de medidas económicas.
El diario El Popular, vocero del Partido Comunista, publica un editorial en el que recuerda su posición de que “el problema no es el dilema entre poder civil y poder militar; que la divisoria es entre oligarquía y pueblo, y que dentro de este caben indudablemente todos los militares patriotas que estén con la causa del pueblo”.
En la tarde, los jefes del Ejército y la Fuerza Aérea, Chiappe Pose y Pérez Caldas se reúnen con Bordaberry en Suárez chico: reiteran sus planteos y exhortan a la Armada a que levante el bloqueo de la Ciudad Vieja.
También consultan al vicepresidente
sobre su actitud en caso de que el presidente fuera depuesto. Sapelli afirma que será leal a la institucionalidad y que no cuenten con él.
En la noche el ministro Balparda anuncia una posible salida institucional.
La CNT se proclama a favor de los comunicados 4 y 7 de las Fuerzas Armadas y pide la renuncia de Bordaberry.
“Hemos valorado los comunicados 4 y 7 de las Fuerzas Armadas, donde se percibe la intención de llevar adelante algunos puntos reivindicativos coincidentes con los de nuestro programa”, dice la central sindical.
Jorge Batlle y Wilson Ferreira piden al gobierno una cadena de radio y TV para responder a los militares. Se la conceden únicamente al político colorado. El enfrentamiento con Bordaberry crece.
Bordaberry se reúne en la residencia presidencial con los tres comandantes en jefe, los miembros del Estado Mayor Conjunto (Esmaco) y los jefes de las cuatro regiones del Ejército.
Le reclaman que decrete la prisión de Erro, sin juicio político ni desafuero. “Hay quienes consideran que allí se resolvió el golpe; no está claro si fue así, pero no cabe duda de que, al disolverse la reunión, en el ambiente de la residencia presidencial de la avenida Suárez quedó flotando esa idea”, dice Sanguinetti en “La agonía de una democracia”.
El tema se debate en el Consejo de Ministros hasta la noche. Varios integrantes del gabinete renuncian. Pasada la medianoche, Bordaberry firma el decreto 464/73, que disuelve las Cámaras y las Juntas Departamentales, –“sin que me temblara la mano”, reconocería unos días después- con dos ministros: Walter Ravenna (Defensa) y Néstor Bolentini (Interior).